Mi hotel en Palm Springs, California

Aquí estoy de nuevo. Todavía con el jet lag a cuestas, bastante relajada e incluso algo morena. Si es que a eso de disfrutar diariamente del buen tiempo y de los paisajes de ensueño, una se acostumbra bastante rápido. Así que voy a darle portazo por un momento, tanto al frío berlinés como al bombardeo pre-navideño alemán, mientras os enseño uno de los hoteles californianos que más me alucinó. Sí, lo sé. Empiezo la historia al revés. Porque aquí fue donde se acabó nuestro viaje, finiquitando nuestra aventura por tierras americanas como auténticos reyes.


El hotel ARRIVE, es sin duda uno de los mejores hoteles donde me alojé. Uno de esos imprescindibles si al igual que yo, sois muy perfeccionistas en la planificación de vuestros viajes y andáis permanentemente tras la busca del alojamiento ideal. Su ubicación no puede ser mejor: en pleno centro de Palm Springs, a pocos kilómetros del auténtico desierto y con unas vistas a un paisaje montañoso muy peculiar que parece como pintado para la ocasión. Las palmeras y los cactus no podían faltar, dando un toque muy californiano y agradable al lugar.


 



 Las habitaciones se disponen a modo de apartamentos alrededor de la piscina, a la cual puedes acceder en cualquier momento. Y no os voy a engañar: ¡donde me lo pasé fenomenal! Y bien lo sabéis los que me seguís en las redes sociales, porque os dí la lata un día sí y otro también. 

La decoración del hotel es algo que me encantó. Americana total con un aire retro increíble y lo mejor: ¡al más puro estilo Pepa! El acceso gratuito a bicicletas es todo un detalle y recuerdo con mucha alegría el paseo que dí por los alrededores.

 





En cuanto a los establecimentos del hotel, solo puedo hablar requetebién. Disfruté de su restaurante RESERVOIR casi a diario. Su carta de comida y bebidas es original y de calidad. Cuidan mucho la presentación y el personal es adorable. ¡Incluso puedes pedir desde la habitación o la tumbona de la piscina! Su cafetería CUSTOMS COFFEE sirve café orgánico de la zona y vende unos donuts que quitan el hipo. También me fascinó su heladería ICE CREAM & SHOP con una tienda de regalos incluida: ¡de esas de las que nunca saldría!




  



Un hotel con mucha personalidad creado para el vecindario, de aire juvenil y perfecto para descansar después de un fabuloso viaje de carretera. Sé que algunos de vosotros tenéis pensado hacer pronto un viaje similar: ¡pues tomad nota, y no lo dejéis escapar! Pero avisados estáis, una vez allí os será imposible no dejar de suspirar y pensar: ¡no me quiero ir de aquí jamás!

¡Espero vuestros comentarios!
¡Y si os ha gustado, podéis reservarlo aquí mismo
 
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Comentarios

  1. Que pintaza Pepa! Lo que daría por poder teletransportarme a ese hotel ahora mismo :)

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  2. Yo me apunto tambien,lo peor,las horas de avion,como siempre Pepa,muy bien.

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  3. Ay pero qué monoooo!!! Lo apunto por si cae visita en algún momento.
    Mola mucho su deco retro, pero mucho.
    Me alegra que disfrutaras tanto que te lo mereces.
    Un beso gordo

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  4. ¡me vuelvo loca! Literalmente me vuelvo loca!!! qué ganas tengo de ir, hace poco fui a ver una exposición de Robert Doisneau y su primer contacto con la foto en color fue en los 70 en Palm Springs.... y veo tus fotos y oohhh, he volado!!

    Besos rojos por doquier!!

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    Respuestas
    1. Pues que coincidencia! Te imagino perfectamente allí 😎

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  5. Tiene una pinta estupenda, seguro que estuviste de maravilla.

    besitos

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